lunes, 7 de septiembre de 2015

Dudas, dudas y más dudas, por Alejandro Gómez Miguel


Quizás fuese todo mentira.

No podía evitar pensarlo… ¿Habían sido una pérdida de tiempo aquellos últimos meses? En el fondo sabía que lo que quería era evitar atarse a algo que no estaba segura. Siempre lo mismo: dudas, dudas y más dudas. Las dudas llevaban mucho tiempo alojadas en su cabeza, dando vueltas libremente. Ella quería dejar de dudar.

¿Qué hacía con él esa noche?

Realmente nunca creyó en eso que llaman amor, ni siquiera veía con buenos ojos el cariño hacia otra persona. Le habían dado ya bastantes batacazos en la vida, y ya no se sentía capaz de confiar. Quizás nunca confió, y eso le producía un inevitable sentimiento de culpabilidad. Nunca confió... Al final siempre pasaba, siempre acababa hecha trizas.

¿Qué hacía con él esa noche?

Ella quería un polvo suave, pero el polvo fue rápido. Él se fue, abandonó su casa. Ella quedó tendida en la cama. Las dudas volvían, no paraban de revolotear. De nuevo: dudas, dudas y más dudas. ¿Qué quería él? ¿Qué buscaba? ¿Qué coño quería de ella? Seguramente lo que había estado haciendo estos meses, buscar algún que otro polvo rápido y despojado de sentimientos.

¿Qué hacía con él esa noche?

Él abandonó su casa y ella se fue durmiendo poco a poco. Estaba cansada de buscar excusas que justificasen su actuación y sus palabras. La situación le martirizaba. Estaba cansada de ser engañada. Estaba cansada y no quería seguir buscando significado a la confianza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario